Hace un año más de 60 por ciento de la población griega le dijo “Ochi – No” al dictado de la UE, el BCE y el FMI (la Troika), que insistían en un nuevo programa con recortes a las jubilaciones y aumentos al impuesto sobre la renta. Pero la Troika se impuso. Syriza capituló. El gobierno encabezado por Syriza, entretanto, está ejecutando en Grecia el programa de los acreedores: contra la clara voluntad de la mayoría y a costa de la mayoría de la población. Cada vez resulta más claro: a Grecia se le está dando un escarmiento. La asocial política de austeridad que se está aplicando en Grecia es hoy el programa de quienes definen el programa en la Unión Europea: la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, el gobierno alemán; y claro, todos ellos respaldados por los grandes bancos y consorcios. Esta política va en contra de la gran mayoría de la población de la UE.

En la presentación que la UE hace de sí misma su proyecto garantiza la creación de PUESTOS DE TRABAJO y la SEGURIDAD SOCIAL. En realidad, aumentan el DESEMPLEO MASIVO y el TRABAJO PRECARIO. La BRECHA entre POBRES Y RICOS crece continuamente. Oficialmente la UE garantiza la PAZ. Pero, en realidad, la UE y algunos Estados miembro individuales de la UE participan en un creciente número de intervenciones militares y GUERRAS.

La UE reclama para sí la DEMOCRACIA. En realidad, la sustancia de la democracia disminuye en la medida en que uno se acerca a Bruselas o a las instituciones de la UE.

La UE proclama la LIBRE CIRCULACIÓN. Pero, en realidad, la UE está practicando una política de FORTALEZA EUROPA, cuyo resultado es que año con año miles de personas mueren ahogadas en el Mediterráneo.

El proyecto de la UE promete una NIVELACIÓN de las asimetrías entre las regiones. La verdad es que existe una gran y creciente brecha entre las regiones más ricas en el centro de la UE y las regiones pobres de la “periferia”. Al mismo tiempo, la “política de austeridad” que lleva a cabo la UE ha contribuido a la falta de solidaridad, al odio y al ASCENSO DE CORRIENTES FASCISTAS Y DE LA DERECHA.

FaktenCheck:EUROPA ha surgido a partir de la publicación FaktenCheck:HELLAS, que en 2015 se publicó en cinco números (y en cinco idiomas).

FaktenCheck:EUROPA contribuye a aclarar las contradicciones entre la presentación que la UE hace de sí misma y la realidad.

FaktenCheck:EUROPA se compromete con los pobres, los desempleados, los asalariados y todos los refugiados.

FaktenCheck:EUROPA, junto con sindicatos combativos y movimientos sociales, contribuye a la solidaridad desde abajo y a que se impongan los derechos democráticos y sociales en Europa.

Redacción Nikos Chilas (Atenas y Berlín), Sebastian Gerhardt (Berlín), Sascha Stanicic (Berlín), Werner Rügemer (Colonia), Mag Wompel (Bochum), Winfried Wolf (Michendorf). Redactor responsable: Winfried Wolf. Traducción al español: Claudia Cabrera (Ciudad de México).

Asociación responsable BFS – Büro für Frieden & Soziales e.V.

FaktenCheck:EUROPA se financia exclusivamente por los aportes financieros recibidos por los ejemplares impresos mencionados arriba y por donativos.

Cuenta (para donativos, no para pagos por adelantado) BFS e.V. , MBS-Mittelbrandenburgische Sparkasse
IBAN: DE04 1605 0000 3527 0018 66 SWIFT-BIC: WELADED1PMB

El Sí británico a una salida de la Unión Europea (UE) es una fuerte bofetada para Merkel, Schäuble, Gabriel, Juncker, Schulz & Co, es decir, para todos los servidores de la mafia de banqueros e inversionistas. La mayoría en el tercer país más grande de la UE ya no quiere saber nada más de la UE. En especial los trabajadores dependientes, los desempleados y los sindicatos no pueden esperar nada de esta UE. Ésta tiene que ser otra razón para construir una Europa desde abajo, una Europa de la democracia y la solidaridad.

Sin embargo, a los principales representantes de la UE sólo se les ocurren tres cosas en esta nueva situación: Militarización. Expansión del euro. Dar un escarmiento. Son precisamente estas posiciones las que agravan la crisis de la UE, y las que provocan que más millones le den la espalda a la UE.

Militarización El 29 de junio, pocos días después del referéndum sobre el Brexit, los 27 países de lo que queda de la UE discutieron el nuevo documento estratégico de Federica Mogherini, la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, en el que se nombre como “objetivo lejano” una “unión conjunta europea para la seguridad y la defensa”. Tal “unión” sólo puede existir con un ejército de la UE. Después de haber estado militarmente activos ya en “30 misiones conjuntas en tres continentes”, esta orientación debe “seguirse desarrollando paso a paso”. Lo que aprendemos: el dinero escasea para la integración de los refugiados, no así para la militarización de la UE. Lo que provoca que haya más refugiados y, así, más argumentos para la militarización. Tan sólo la acción militar que el ejército federal alemán ha realizado hasta ahora en Afganistán se ha engullido, según cálculos del Instituto Alemán de Investigación Económica, “entre 20 mil y 45 mil millones de euros”.

Expansión de la eurozona Cuatro días después del referéndum británico el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung publicaba en primera plana: “Juncker quiere aprovechar el Brexit para la implementación completa del euro”. El presidente de la Comisión Europea afirmó que ahora quiere hacer todo lo posible para ponerle fin a la ‘UE con divisas múltiples’ que ha existido hasta ahora”. En un nuevo plan de diez puntos del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) se exige un “procedimiento más rápido para lograr la unión económica y monetaria”, así como “más Europa”. La UE se arroga el derecho de representar a “Europa”, en tanto que –incluso antes del Brexit–, con 508 millones de habitantes, sólo representaba aproximadamente al 60 por ciento de la población europea, de 820 millones de personas. La división continúa: 19 de los 28 miembros de la UE forman parte de la eurozona. Sin embargo, 9 insisten en conservar sus propias monedas. La “moneda unitaria”, a su vez, causa una doble división: primero, entre los países del euro y los del resto de la UE. Y, segundo, dentro de la zona euro, entre el centro y la periferia.

Dar un escarmiento Inmediatamente después del Sí al Brexit el eurodiputado por el Partido Democrático Liberal (FDP) Alexander Graf Lambsdorff, en representación de una gran parte de la clase política, demandó que no hubiera ahora “complacencia para con los británicos”. El vicecanciller Sigmar Gabriel, del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), afirmó que las negociaciones con Gran Bretaña no “debían ser aplazadas”. En Bruselas se dice que de lo que se trata es de darles un escarmiento a los británicos, para “no darles nuevos impulsos a los opositores de Europa en otros países miembro”.

Y están deliberando en Bruselas y Londres si no se debería ignorar el Sí al Brexit, o si sería mejor apostarle a un segundo referéndum. Eso suena conocido. En 1992 los daneses le dijeron que No al Tratado de Maastricht. En 2001 y 2008 hubo dos No irlandeses, primero al Tratado de Niza y luego al de Lisboa. En 2005 hubo un No francés y otro neerlandés a la Constitución Europea. ¿Pero cómo reaccionó entonces en cada caso la UE? Se tiró a la basura el proyecto de Constitución y en lugar de eso se promulgó un Tratado de Lisboa que decía básicamente lo mismo que el proyecto constitucional. Los daneses y los irlandeses tuvieron que seguir votando hasta que el resultado fue adecuado (para los de arriba). Hace exactamente un año se dio en Grecia el No al dictado de austeridad de la UE. “¡Imposible!”, se dijo en Bruselas. De inmediato se les dio un escarmiento a los griegos, se ejecutó un brutal chantaje y Syriza fue forzado a seguir el curso de los acreedores (ver columna a la derecha).

También hoy las reacciones de muchos políticos de la UE tienen como objetivo modificar el referéndum británico. El procedimiento (Artículo 50; Tratado de la Unión Europea) está muy claro: según establece, se deberá esperar hasta que el país miembro de la UE afectado “comunique” oficialmente la salida –de parte del gobierno–. Después “la Unión negocia con ese Estado un tratado sobre los detalles de su salida”. Para ello hay un plazo de “dos años después de la […] mencionada “comunicación”. La palabra y el espíritu del Tratado de la UE indican que hay que dejarse tiempo para poner en práctica la salida. La razón resulta clara: se debe evitar que se produzcan daños innecesarios para ambas partes.

FactCheck:EUROPA considera que el Sí al Brexit es otro indicio de la cada vez más profunda crisis de la UE. Nos pronunciamos en contra de toda política que quiera dar escarmientos. Por lo demás: por muy profunda que sea la cesura con el voto por el “Leave”, no cambia nada esencial respecto de dos puntos: en primer lugar, Gran Bretaña permanecerá en la OTAN, junto con los demás Estados de la UE; la UE y la OTAN continuarán su guerra contra Rusia, entre otras. En segundo lugar, los bancos más grandes del mundo seguirán teniendo en el centro de Londres sus centrales de dinero sucio. Desde ahí controlan la zona financiera más desregularizada del mundo occidental. Europa está dominada por los grandes bancos y consorcios. Y aquí si es correcto el término “Europa”.

Referéndum (I)

¿Referéndum en Gran Bretaña? ¿Juego de Poder de la UE para no aceptarlo? ¿Qué, no había pasado ya algo así? Exacto, hace un año, el 5 de julio de 2015, hubo un referéndum en Grecia. 61.2 por ciento de la población votó “Ochi”, dijo “No” a un nuevo “memorando” que preveía más “austeridad”: recortes en las jubilaciones, mayores impuestos, privatizaciones y el dictado de la Troika-Cuadriga. Las y los griegos emitieron este voto absolutamente claro e impresionante, a pesar de que los bancos, por presiones del Banco Central Europeo, habían cerrado desde hacía más de una semana. A pesar de que estuvieron expuestos a un fuego graneado por parte de los medios, según el cual el “Ochi” significaría salir de la zona euro. La UE dijo: “Legal o ilegal, da lo mismo”. Y mantuvieron la chantajista presión. Syriza capituló. Desde entonces, Syriza pone en práctica la política de los acreedores: contra su propia población. Véase artículo de Nikos Chilas

Referéndum (II)

Se dijo: el Sí británico fue un Sí de los viejos contra los jóvenes, una victoria de los de la derecha y los reaccionarios. En realidad, de las personas de entre 18 a 25 años, sólo 38 por ciento fueron a votar. Lo que piensan quienes no fueron, no lo puede saber nadie. En realidad, el grupo a favor de la UE estuvo dirigido por los órganos ejecutivos de todos los partidos tradicionales (conservadores, laboristas y liberales). Todas las asociaciones de industriales y todos los jefes de los más grandes bancos y consorcios formaban parte de ese grupo. A ellos se sumó la totalidad de la clase política de la UE. Resulta difícil calificar a este grupo como progresista. Estratificación sociológica: los obreros calificados, los trabajadores de baja remuneración y la “clase media baja” votaron por el Brexit. Sólo la “clase media” y la “clase media alta” votaron por la EU. Se puede decir, generalizando, acerca de Gales e Inglaterra: entre mayores sus ingresos, más votaron las personas a favor de la UE. Y viceversa. Balance: a pesar de claras mayorías pro UE en Escocia e Irlanda del Norte, hubo en toda Gran Bretaña una mayoría evidente a favor del “Leave”: 17.4 millones a favor del Brexit y 16.1 millones por el “Remain”, es decir, por quedarse en la UE.

El debate en torno al Brexit puso de manifiesto: se está idealizando a la UE. Se le atribuyen características positivas que no tiene. A continuación presentaremos cuatro chismes de cantina que circulan en la UE y las respuestas de FacktenCheck:EUROPA.

Primer chisme de cantina de la UE: “La UE es el mayor proyecto de la civilización de las últimas décadas.” Así lo afirma Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo. La propia UE reivindica “los principios de la libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos”. Así está asentado en el Preámbulo del Tratado de la Unión Europea (también llamado “Tratado de Maastricht”).

Respuesta de FCE: En realidad, las instituciones de la UE son extremadamente antidemocráticas. El Parlamento Europeo cuenta sólo con muy modestos derechos; las instituciones de la UE, como la Comisión y el Consejo, que en parte desempeñan funciones de gobierno a nivel europeo, no son elegidas por el Parlamento Europeo. Sus representantes no pueden ser destituidos. No están sujetos a ningún control parlamentario. El Parlamento no tiene derecho a promulgar iniciativas de ley propias. Pero esto no es todo. Incluso la Comisión de la UE y el Consejo Europeo tienen menos poder que un grupo informal conocido como Eurogroup, formado después de la implantación del euro. Al efecto se trata de la reunión de los ministros de Finanzas de aquellos Estados miembro de la UE que implantaron el euro. El ex ministro de Finanzas de Grecia Jannis Varoufakis caracterizó a esta organización de la siguiente manera: “No hay un convenio que regule cómo y cuándo se convoca a este grupo. Lo que tenemos es un grupo inexistente que posee el poder más grande […] No le rinde cuentas a nadie, puesto que jurídicamente no existe, no se lleva un registro [de sus encuentros] y actúa de manera estrictamente confidencial. Aun así, prácticamente toma decisiones de vida o muerte.” Todavía más por encima y más allá de todo control parlamentario actúa el Banco Central Europeo. También sus decisiones influyen sobre la vida de millones de personas. Y por lo que se refiere al “respeto de los derechos humanos”: éstos fueron pisoteados con la política de la Fortaleza Europa. O ahogados en el mar: la UE permite, a sabiendas, que año con año se ahoguen miles de personas en el “mare nostrum”, en nuestro Mar Mediterráneo (véanse págs. 3 y 5).

Segundo chisme de cantina de la UE: La Unión Europea persigue los objetivos de una constante “mejora en las condiciones de vida y laborales de los empleados y obreros”, “elevar el nivel de vida”, la “reducción de las asimetrías entre las diferentes regiones” y del “retraso de ciertas regiones menos favorecidas”. Así está asentado en el Contrato de la UE del año de 1992 (“Tratado de Maastricht”; Artículos 117, 113 y Preámbulo).

Respuesta de FCE: En realidad, desde hace décadas prevalece una gran desigualdad en la CEE/CE/UE. Ésta sólo pudo reducirse de manera temporal, pero nunca desapareció. No se tomaron amplias medidas para cerrar esta brecha. Desde 2009 esta desigualdad social se profundizó por la crisis de los países de la periferia. Irlanda, Grecia, España, Portugal y Chipre se hallan en un callejón sin salida. La UE agudiza esta crisis al forzar a estos países a una política de “austeridad”: de ahorrar a costa de la gente común. Esta desigualdad tiene consecuencias positivas para los grandes consorcios y bancos: éstos toman a su cargo sectores industriales enteros en la periferia. Así, por ejemplo, Fraport, la compañía que opera el aeropuerto de Fránfort, pudo comprar a precio de remate gran parte de los aeropuertos regionales griegos. En las regiones donde hay una mayor riqueza los consorcios tienen grandes éxitos gracias a que los obreros que vienen de países con economías débiles mantienen los salarios bajos y las ganancias altas.

Tercer chisme de cantina de la UE: En la presentación que la UE hace de sí misma se lee: “Las normas ambientales de la UE se encuentran entre las más estrictas del mundo. La política ambiental de la UE contribuye a una economía más compatible con el medio ambiente, a la protección de la naturaleza y a asegurar la salud y la calidad de vida de las personas en la UE.”

Respuesta de FCE: En el tema de la política ambiental y de la política contra el cambio climático, es posible que tenga razón el dicho popular que afirma que entre los ciegos, el tuerto es rey. Sin duda, por ejemplo, en Estados Unidos las cuestiones relativas a la política contra el cambio climático son, generalmente, todavía peores que en la UE. Pero esto tampoco es siempre cierto. El escándalo de emisiones contaminantes de vehículos de la Volkswagen –que, entretanto, es ya un escándalo general que afecta a toda la rama automotriz– sólo pudo descubrirse gracias a que las autoridades ambientales en Estados Unidos –a nivel federal y en California– todavía actúan de manera relativamente independiente. En la UE todas las autoridades correspondientes les otorgaron el permiso de circulación a todos los modelos de automóvil con softwares manipulados. La utilización de glifosato está permitida de manera general en Estados Unidos, pero también en la UE. Y después del estire y afloje sin llegar a un acuerdo entre los países de la UE, la Comisión Europea decidió prolongar el permiso por 18 meses a partir del 1° de julio de 2016. Y eso que tampoco desde la perspectiva de la UE se descarta que el pesticida sea cancerígeno. Las asociaciones independientes de consumidores parten del hecho de que el riesgo de cáncer es real. En el ramo del transporte ferroviario la UE desde hace años está aplicando una política para desmantelar las empresas ferroviarias centralizadas (con su demanda de una separación de la red y las empresas operadoras de la misma y de una “apertura del mercado del transporte”). Cuando en Grecia la Troika asumió el poder real, uno de los primeros objetivos fue privatizar los ferrocarriles: esto tendrá como consecuencia que sea liquidada una gran parte del transporte ferroviario que resta. La resolución tomada por la población suiza en un referéndum, según la cual todo el tránsito de camiones de carga deberá transferirse hacia los rieles, no hubiera podido ser llevada a cabo en ninguno de los países miembro de la UE, o bien el Tribunal Europeo la habría revocado. La libertad de tránsito tiene en la UE mayor importancia que la protección contra el ruido, el medio ambiente y el clima.

Cuarto chisme de cantina de la UE: “La Unión Europea es el más grande proyecto de paz y libertad de todos los tiempos.” Así lo afirmó Peter Huth, el redactor jefe del sensacionalista tabloide berlinés BZ. En el mismo tono argumentó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en un tabloide similar, Bild: “La familia europea […] es lo mejor […] para que las personas vivan en paz.”

Respuesta de FCE: Ya la CEE (luego CE, luego UE) tuvo siempre un componente militar (Comunidad Europea de Defensa; Unión Europea Occidental). Con el Tratado de Maastricht de 1992 éste fue explícitamente ampliado y se proclamó el objetivo de una “política exterior y de seguridad conjunta”. Desde entonces se ha construido una industria europea de armamento (en cuyo centro está la European Aeronautic Defence and Space Company / Airbus). Desde entonces existen unidades militares en las que participan varios países de la UE y que se disponen para acciones militares en el extranjero. En 1999 importantes países de la UE, entre ellos Alemania, participaron en la guerra ofensiva contra la República Federal de Yugoslavia. Entre tanto, también la política económica de la UE se aplica de manera agresiva y belicosa. Esto se puso de manifiesto en la crisis de Ucrania en 2014/2015. La UE puso al gobierno de Kiev entre la espada y la pared: o una asociación con la UE o la conservación de los contratos económicos y los vínculos desarrollados con Rusia. Tras el derrocamiento del gobierno corrupto, pero elegido legalmente, de Víktor Yanukóvich, y el nombramiento del nuevo gobierno de Petró Poroshenko, igualmente corrupto, y tras la decisión de este nuevo gobierno de no aceptar, de facto, el ruso como segunda lengua oficial, se dio una escalada: Ucrania Oriental se separó. Crimea fue anexada por Rusia (después de un referéndum afirmativo). Se provocó una guerra entre Ucrania Occidental y Ucrania Oriental. Balance: la UE lleva a cabo una política de rearme y belicista.

“El 3 y 4 de junio se reunieron en Viena más de mil personas que portaban el lema “Punto y aparte – Así no pueden seguir las cosas” (Aufbruch – So wie bisher kann es nicht weitergehen). Eran jóvenes, izquierdistas organizados e independientes, sindicalistas, voluntarias y voluntarios que trabajan con refugiados, antifascistas y otros, quienes en conjunto iniciaron una campaña con el lema “Ya no podemos permitirnos el lujo de tener ricos”. La campaña de organización puede y debe contribuir también a la construcción de una alternativa política. Pues ésta resulta urgente: el continuo fortalecimiento del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), de extrema derecha, constituye una seria amenaza. Éste ha podido ganar tantos votos porque ha sido el único en tematizar los problemas reales, ofreciendo así una válvula de escape para la creciente rabia. Que se haya podido canalizar ese estado de ánimo hacia la derecha se debe, sobre todo, a la ausencia de una izquierda fuerte. Ahora se deben crear estructuras regionales fuertes a partir de <I>Aufbruch<I>, que puedan llevar a las calles, los barrios y las empresas el mensaje de una nueva izquierda.”

Sebastian Kugler, activo en “Aufbruch” y miembro de la coordinación de transición

Entrevista con Enrico Tortolano de “Trade Unionists against The EU“

Pregunta: ¿Por qué se ha comprometido usted en contra de que Gran Bretaña permanezca en la Unión Europea?

Antes fui director de la sección política de un gran sindicato en el servicio público. Hoy soy el director de campaña de “Trade Unionists against The EU”. Somos una agrupación de sindicalistas de los más diversos sindicatos de toda Gran Bretaña. Como la mayoría de las personas, todos los días me veo confrontado con la Unión Europea. Para mí el destino de Grecia es sólo un ejemplo del brutal carácter de la UE.

Pregunta: ¿Qué repercusiones tiene la UE sobre el trabajo sindical en Gran Bretaña?

Los sindicatos se encuentran atrapados en un aparato antidemocrático, creado por las grandes empresas para destruir los derechos laborales, forzar la austeridad y paralizar la resistencia de los trabajadores. La UE es racista, imperialista, está en contra de los trabajadores y es antidemocrática. Opera completamente en función de las necesidades de los súper ricos. Un futuro sin política de austeridad sólo podrá existir si se gana la lucha por salir de la UE. La política neoliberal domina a la Comisión Europea, al Parlamento Europeo, al Banco Central Europeo y al Tribunal de Justicia Europeo. En Europa hay 22 millones de desempleados y en todas partes se da el subempleo. Los únicos trabajos que existen están mal pagados y son inseguros. Nuestras pensiones se han estancado y nuestras deudas ascienden a cantidades astronómicas. Vivimos semana a semana, no podemos pagar las rentas o hipotecas. Los costos por electricidad, teléfono, los transportes públicos, la manutención de los hijos: todo es cada vez más caro.

Pregunta: El Trades Union Congress (TUC) ha intercedido por la permanencia en la UE y afirmó que sólo así se pueden defender los derechos de los trabajadores frente a los tories. ¿Cómo manejó usted esto?

Eso es absurdo. La UE fue creada como una organización del establishment capitalista. La mayoría del Partido Laborista en el movimiento sindical es crédula, porque cree en el mito de la Europa social. Bob Crow, el ex secretario general de la National Union of Rail, Maritime and Transport Workers (RMT), lamentablemente fallecido, tenía toda la razón cuando dijo: “Ni un solo trabajo se salvó gracias a la legislación de la UE. Está llena de escondrijos favorables a los patrones, y los usan para ignorar toda ventaja posible para los trabajadores. Al mismo tiempo, los contratos de cero horas y la subcontratación se han vuelto normales. Los derechos sindicales colectivos y las relaciones laborales seguras han sido desmantelados.” Los derechos de los trabajadores sólo se logran gracias a nuestra fuerza colectiva y a la lucha concreta, casi siempre contra la UE.

Pregunta: ¿Cómo manejó la acusación de que un voto contra la UE es un voto a favor del United Kingdom Independency Party (UKIP)?

La UE es, en primer lugar, una fortaleza racista en Europa, que hace todo por detener la llegada de los refugiados de otros países. Todos los días se ahogan refugiados en el mar. Quien logra llegar a Europa, con frecuencia es encerrado en campos. Además, la UE practica el terrorismo económico-político. Existe una agresiva política comercial, particularmente contra los países africanos. Así aumenta la pobreza y el 1% blanco de la población se enriquece cada vez más. Tampoco existe la solidaridad entre los estados de la UE. Entre Alemania y Grecia existe hoy una tensión tan fuerte como no se había visto desde 1945.

Pregunta: ¿Cómo reaccionaron los sindicalistas a su campaña?

Recibimos apoyo desde todos los sectores del movimiento sindicalista británico y de sindicatos de toda Europa. Ahora vimos que millones de miembros de sindicatos y gente de la clase trabajadora votó a favor de salir de esta UE neoliberal. Eso fue un rechazo al establishment político y a sus instituciones. Los sindicalistas tienen claridad acerca de la desintegración social, la ruina económica y el déficit democrático de la UE. Las iniciativas más importantes de la UE fueron la estrategia del mercado común, la política europea de competencia, la integración económica y el crecimiento, además del pacto de estabilidad. Se fomentaron el libre comercio, la libre circulación de capital y las restricciones constitucionales para la contratación de deuda pública; en cambio, se luchó contra los intereses colectivos.

Pregunta: ¿Qué debe pasar ahora desde el punto de vista de los sindicatos?

Se debe aplicar de inmediato el Artículo 50 del Tratado de Lisboa. Los medios y el establishment político tratarán de manipular la situación. Los trabajadores deben estar atentos.

La entrevista fue realizada por Christian Bunke

En el Hotel City Plaza de Atenas 400 refugiados han encontrado habitación. Llegaron con nada y no pagan nada.

El City Plaza es un hotel en el corazón de Atenas. Fue un símbolo de la crisis griega. Durante muchos años estuvo cerrado. Hoy el City Plaza ha vuelto a abrir y todas sus habitaciones están ocupadas. Los nuevos huéspedes vienen de todas partes, de Siria, Irak, Pakistán, Irán o Afganistán. Las personas en el Hotel Plaza llegaron sin nada y no pagan nada.

En el City Plaza los refugiados encuentran un lugar que les permite tener una esfera privada, en una atmósfera digna y segura. Esto vale para todos los 400 huéspedes del hotel, pero particularmente para los 185 niños entre ellos. El hotel fue ocupado en abril por un grupo de activistas atenienses. Ahora muchas personas solidarias gestionan el hotel junto con los refugiados. No hay ningún apoyo estatal. Pero sí hay buena comida, pasillos limpios, una farmacia, un peluquero, así como también cursos de idiomas, una biblioteca y asesoría jurídica. Todo el trabajo es voluntario, y se financia gracias a donaciones.

“Vivimos juntos – Solidarity will win”. Éste es el lema en el City Plaza. El hotel demuestra todos los días que incluso en medio de la crisis y la pobreza es posible una bienvenida solidaria y cordial y una vida digna para todos. Por eso la gestión colectiva del hotel necesita nuestro apoyo: para mil comidas al día, agua y electricidad, medicamentos, ropa limpia, material escolar y mucho más.

Pero, sobre todo, para poder ser y seguir siendo un ejemplo político. El Hotel City Plaza es un lugar de la igualdad de derechos y la solidaridad, el contrario vivo a la Fortaleza Europa y sus fronteras de la infamia. Es un símbolo de esperanza. O, sencillamente: el City Plaza es el mejor hotel de Europa.

Reserve ahora: www.europas-bestes-hotel.eu

De: Medico International

Meral Camcı, Estambul

El triunfo electoral del partido pro kurdo HDP en junio de 2015 constituyó una nueva y prometedora posibilidad para grandes partes de la sociedad, que no tenían representación en el Parlamento. Pero de inmediato comenzó una campaña masiva contra todos los grupos sociales activos en la resistencia, particularmente de izquierda y liberales de izquierda. Frente a este trasfondo las elecciones se repitieron el 1° de noviembre. El HDP perdió a una parte de sus electores, mientras que el gobierno y los otros partidos de derecha los ganaron. En ciudades kurdas como Cizre, Silopi, Sur y Nusaybin miles se vieron obligados a emprender la huida; muchas personas murieron, también niños; hubo cientos de heridos durante los ataques.

En ese momento al Oeste del Éufrates se elevó una nueva voz contra estas atrocidades: Las y los académicos por la paz. Fue la primera vez que sucedió algo así en las universidades y en el oeste de Turquía. Nosotros, las y los 1128 académicas y académicos por la paz, no queremos ser parte de este crimen. Nos respondieron con despidos y jubilaciones, revisiones jurídicas, suspensiones, arrestos. Comenzó una especie de cacería de brujas académica. Todavía falta mucho para que se termine esta guerra contra la libertad.

Las pruebas a las que nos enfrentamos son demasiado duras. La política europea hace que sea peor lo que de suyo ya era malo. Las concesiones al gobierno turco en cuestiones de migración ocultan las graves violaciones a los derechos humanos. Esta política fortalece a un poder estatal que es ya demasiado fuerte.

Por un lado el curso errático de la política internacional, por el otro, la resistencia de grupos sociales que defienden los derechos humanos, la democracia, el trabajo y la paz. La solidaridad internacional fortalece y muestra que un mundo diferente es posible. Nos hemos decidido. Sabemos que sólo podremos alcanzar nuestros objetivos con la solidaridad internacional.

Nota de la redacción de FCE: A Meral Camcı y sus colegas Kıvanç Ersoy, Esra Mungan y Muzaffer Kaya la fiscalía les acusa de hacer “propaganda terrorista” por haber firmado el llamado de las y los académicos por la paz y por haber organizado una conferencia de prensa al respecto. Aunque los cuatro fueron liberados de la prisión preventiva después de la primera audiencia jurídica en abril, el proceso continuará en septiembre.

https://barisicinakademisyenler.net/node/63

Favor de mostrar solidaridad, firmar aquí: http://keinschmutzigerdeal.net/

Quinn Latimer y Adam Szymczyk

La permanente intromisión política y militar de las potencias occidentales y Rusia en Siria provocó un sangriento “empate”, demasiado previsible: es una figura que gustan de usar en la política mundial de los belicistas. Al mismo tiempo continúan los conflictos en Afganistán, Irak y en África Subsahariana. Estas guerras suelen ser una consecuencia de la política occidental tras el final de la era colonial o de posteriores intervenciones militares. Han forzado a millones de personas a huir de su insoportable violencia. Ahora estas personas se ven forzadas a arriesgar sus vidas y las de sus hijos cuando atraviesan el mar Egeo y el mar Jónico, para después aterrizar en Grecia prácticamente sin posibilidades de hallar refugio. Ahí se encuentran en la trampa de un Estado agobiado por la crisis, y a consecuencia del tratado turco-alemán “Uno entra, uno sale” los amenaza la deportación inmediata a Turquía. Este trueque recuerda –aunque en una forma extrañamente distorsionada– al enorme intercambio de poblaciones en 1923 entre Grecia y Turquía, después del Tratado de Lausana.

Fragmento del editorial de la revista South, publicación de la documenta 14. Quinn Latimer es redactora jefe de South; A. Szymczyk es director artístico de la documenta 14.

Nikos Chilas

Su mano ya no atrae la fortuna. Cualquier cosa que Alexis Tsipras toca desde el verano pasado les trae la perdición a él y su pueblo. Primero echó a perder el referéndum del 5 de julio de 2015, al convertir un fuerte “Όχι“ (Ochi, No) en un lastimero “Ναι” (Ne, Sí), disgustando al 61.3 por ciento de griegos que rechazaron claramente las imposiciones de los acreedores en Bruselas. De esta forma convirtió la victoria más importante del movimiento de masas desde el comienzo de la crisis en una derrota ignominiosa. Acto seguido, le dio a esta derrota el carácter de una capitulación formal, al firmar en la mañana del 13 de julio en la capital belga un documento con el cual cedió, además del patrimonio estatal, también la soberanía estatal del país. Finalmente, después de haber provocado la división de su partido Syriza, convocó a nuevas elecciones para el 20 de septiembre. Ciertamente las ganó con holgura, pero puso su victoria al servicio de los acreedores.

Esta racha de mala suerte no ha parado desde entonces. Así, también los 10 mil 300 millones de euros otorgados a mediados de junio por la Cuadriga de acreedores –formada por la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)– resultaron ser un regalo envenenado, con el que la montaña de deudas griegas sigue creciendo. La mayor parte la debió utilizar para amortizar empréstitos del Estado: este dinero fluye automáticamente de regreso a las arcas de los acreedores. El resto lo usó para saldar deudas a corto plazo que el Estado griego tenía con grandes empresas privadas. Es decir que no quedó un solo euro para inversiones productivas. Para ello su gobierno debe cumplir con nuevas imposiciones de los dadores del crédito en los ámbitos fiscal y social, lo cual convierte la visión que tenía Tsipras acerca del crecimiento y de una redistribución con justicia social en un sueño de una noche de verano. Como pasó siempre con tales “acciones de socorro” se trató de dinero envenenado, que le ayuda al primer ministro griego sólo a corto plazo, pues lo lanza a una ruina todavía mayor a mediano y largo plazos.

“Es la maldición del acto malo” juzgó el locutor de una estación de radio griega. La capitulación del 13 de julio provocó un cambio de paradigmas en la historia de la izquierda en toda Europa. El presidente de Syriza y primer ministro griego no sólo sufrió una derrota histórica, sino que se convirtió, aunque de manera involuntaria, en el “esbirro” de los acreedores, en el órgano ejecutor de su programa.

Por lo visto, la maldición es persistente. Para cuando termine el tercer programa de ayuda (o tercer “memorándum”), a mediados de 2018, el gobierno de Tsipras deberá haber llevado a cabo, en total, 277 “reformas”. De éstas, apenas se han realizado 80, o sea que faltan 197. La puesta en práctica de otras 15 reformas, entre ellas una reforma al derecho laboral, que, entre otros, tiene como objetivo desarticular el derecho a huelga, es inminente. “No hay respiro para Tsipras” fue la conclusión a la que llegó el periódico Handelsblatt. El estrés se ha vuelto su eterno acompañante.

Esta falta de respiro se explica por la naturaleza de las medidas, que están en clara oposición con el programa de Syriza. Dos ejemplos de lo que se decidió en los dos meses pasados:

  • Impuestos adicionales de mil ochocientos millones de euros (entre otros, un aumento del IVA de 23 a 24 %).
  • La creación de un nuevo fondo, al que deberán fluir todos los bienes del Estado griego, entre ellos, 72 000 inmuebles. Su objetivo es ingresar 50 mil millones de euros por la venta o la “utilización” de los bienes. 50 por ciento de las ganancias se invertirán en la recapitalización de los bancos, 25 por ciento serán para el servicio de la deuda estatal y el restante 25 por ciento, para gastos productivos del Estado griego. El fondo fue establecido por 99 años, su consejo de vigilancia y administración está bajo la tutela del MEDE. De esta forma la Cuadriga le impuso a Grecia el plan económico más largo de la historia; supera por mucho los planes a cinco y diez años de los antiguos países donde imperaba el socialismo real. Al final espera la liquidación total: el país será ajeno a sí mismo, ya no dispondrá de bienes públicos.

Un ejemplo característico lo constituye la venta del antiguo aeropuerto Ellinikon de Atenas, que abarca 620 hectáreas y está a orillas del mar. Se le considera, con razón, uno de los solares más caros en las costas de Europa. Su valor fue tasado en más de 3 mil millones de euros por expertos independientes. Pero la dirección del fondo lo malbarató por tan sólo 915 millones de euros al naviero griego Latsis. En esa superficie se está construyendo ahora una ciudad con penthouses para 27 000 personas. El parque para la población ateniense que se había planeado originalmente ya nunca existirá.

Tsipras, entre la espada y la pared: no sólo tiene que llevar a cabo el memorándum actual, sino también administrar la “herencia” de los dos anteriores. Se trata de cientos de leyes que supuestamente pretenden la modernización de la administración, la economía y las finanzas, pero que en realidad convierten a Grecia en un desierto social.

Tsipras es víctima de un chantaje, mismo que pudo haber evitado con su dimisión. Sin embargo, se decidió por permanecer en el gobierno y por la ejecución del memorándum. A pesar de eso trata honestamente de suavizar las repercusiones de su política a favor de los estratos más pobres. Éste es un verdadero trabajo de Sísifo, pero también su excusa más eficaz. Justifica el hecho de que está causando daños irreparables con su memorándum “de izquierda” diciendo que, en su lugar, cualquier otro hubiera sido mucho más complaciente con los acreedores. Además, afirma que él mismo es la garantía para una política social y favorable al crecimiento, misma que transcurre de manera paralela al memorándum, o, mejor dicho, transcurrirá próximamente con los miles de millones del paquete de inversión de Juncker.

Todo parece señalar que al nuevo Tsipras retocado ya no le cree la población. Tan sólo lo tolera porque los políticos de oposición resultan todavía menos recomendables. Su futuro depende únicamente de la dimensión de la paciencia de la gente.

Cuando se terminará esta paciencia, no se sabe con claridad. Los eventos en ocasión del aniversario del referéndum del 5 de junio podrían dar las primeras señales al respecto. En Grecia (y otras partes de Europa) innumerables personas se sienten defraudas por la milagrosa transformación del “No” en “Sí”. Grandes movilizaciones de masas en estos días serían una mala señal para Tsipras, también en vista de las medidas que planea para el próximo otoño…

El hecho es que hasta ahora el primer ministro Tsipras no ha sido molestado por movilizaciones militantes. Las huelgas generales y por ramos a partir de mediados de 2015 como consecuencia de su capitulación no se salieron de cauce.

Sus propias experiencias con tales acciones han sido predominantemente positivas, puesto que antes de 2015 las había ganado en su condición de coorganizador. Este período –entre 2011 y 2015– coincidió con el meteórico ascenso de Syriza. En esa época, como lo muestra una estadística de la policía, se realizaron en Grecia 27 103 (!) manifestaciones y mítines: un número récord. Tsipras supo aprovechar magistralmente ese inmenso potencial para sus fines. Entonces, cuando todo lo que tomaba en las manos todavía se transformaba en oro.

Pero hoy ya no es un alquimista político. Ya no puede reinterpretar el sentido del referéndum, tampoco puede borrar de la memoria de los activistas el recuerdo de las miles de acciones. El aniversario del 5 de julio ofrece entonces una buena posibilidad para reactivar esa memoria. Y también para nuevas movilizaciones: ahora no a favor de Tsipras, sino contra su memorándum.

Nikos Chilas fue cofundador de FaktenCheck:HELLAS, ahora está activo en la redacción de FCE y desde 1999 escribe para el periódico griego “To Vima”.